Estos últimos días os hemos mostrado las posibilidades de darle personalidad a las bodas y también hemos presentado algunos regalos personalizados, hoy queremos mostraros un ejemplo de las comuniones en las que trabajamos la temporada pasada, la comunión de Celia, que se celebró en Onteniente (Valencia).


Si hay algo que está claro es, que el protagonista absoluto de la celebración de la primera comunión, siempre es el niño, en este caso niña. La tradición es que familia y amigos estén junto al comuniante para celebrar este nuevo paso en su fe. Es una fiesta cercana, en la que los invitados se centran en demostrarle todo el cariño a quién hace la primera comunión.

Con esta idea, la mamá de Celia nos solicitó ayuda para la decoración del banquete y la merienda posterior, que preparía en su casa el día de la comunión. Quería programar la fiesta en dos actos: un almuerzo para los más cercanos y una merienda más multitudinaria que incluía un Candy Bar. Ya sabéis que no somos organizadoras de eventos, pero sí realizamos diseños exclusivos para personalizar las fiestas y de ese modo también actuamos como asesoras tanto de nuestros clientes DIY, como de organizadoras de fiestas.

Cuando comenzamos con el proyecto, no había una estética definida para la fiesta. Sin embargo la mamá de Celia comenzó a hablarnos de su hija, de su personalidad, de sus gustos, sus aspiraciones para cuando sea mayor... e incluso nos envió fotos de la niña en sus viajes y su día a día, para que le pusiéramos cara, antes de asentar las bases del diseño personalizado. Nos encantó el orgullo y sinceridad con la que la mamá de Celia hablaba de su pequeña, porque no solo hablaba con amor de madre, sino que demostraba que conocía muy bien a Celia. 

Finalmente decidimos plantear el diseño, como algo sofisticado pero sencillo, tierno, dulce y coqueto, alegre, de colores rosáceos y discretos motivos florales, todo aquello que nos evocaban las descripciones sobre Celia, la auténtica princesa de casa.

Preparamos dos versiones de la invitación, según fueran para los invitados del almuerzo o de la merienda. Para las invitaciones de la merienda nos basamos en la idea de una Tea Party, preparando la etiqueta exterior en un formato especial.


Algo característico de estas invitaciones, era que la propia comuniante quería escribir de su puño y letra el nombre de sus invitados, implicándose en el proceso, por ello reservamos un espacio en el diseño para Celia. 


Entregadas las invitaciones que asentaban la identidad visual del evento, y llegado el día, los invitados al almuerzo acudieron a la casa desde la parroquia en la que Celia tomó su primera comunión.

Preparamos carteles para colgar por el camino hasta el domicilio, y por si algún despistado no encontraba la casa, había justo a la entrada, un cartel de bienvenida a los asistentes. Una celebración en casa, además de llevar más trabajo y organización, demuestra el cariño en los detalles.


La mamá de Celia, dispuso el cartel junto a un cesto de flores silvestres, recogidas en el jardín de la abuela de Celia. Adornos florales caseros, preparados con afecto y delicadeza, no se puede pedir nada mejor.

La parte posterior de la casa, se preparó para montar una zona de cocktail con una barra y algunas mesas con canapés.



Y se reservó un espacio en que se colocaron varias carpas para preparar el banquete. Hubo que ser previsores, porque mayo puede ser muy traicionero y lanzarte lluvia el día que quieres hacer algo especial. 

La mamá de Celia, vistió las mesas y sillas como si de un salón de fiestas se tratara y le dio al lugar algunos toques lolawonderfuleros con las cositas que le preparamos.



Le enviamos etiquetas para que usara como servilleteros, y que al escribir el nombre supiera cada invitado cual era su asiento.


Habían tres mesas: Dos laterales para los abuelos y los papás, y otra central en la que se sentaron los niños y que presidía Celia.


Preparamos distintivos de mesa con palitos, porque la mamá de Celia nos comentó que quería poner jarrones con adornos florales. Creamos algo discreto que combinara con el contenido campestre del jarrón.




Además añadimos un distintivo para la silla de Celia, quien era la protagonista del día.


Para la segunda parte de la celebración, la merienda. Le prestamos el menaje y preparamos la cartelería para que la mamá de Celia, montase este bonito y sencillo Candy Bar.


Imprimimos en tela el póster trasero y además preparamos dos caminos de mesa con el diseño de la fiesta. La mantelería a juego con el resto de las mesas del banquete, fue fundamental para elegir la gama cromática del diseño global del evento.


Preparamos diversos cartelitos para la mesa dulce, además de un cartel de "sírvete" junto a unas bolsitas de kraft, selladas con el logo de Celia.





La mesa dulce estaba compuesta por chuches que combinaban con los colores y temática del diseño y por repostería  de Delicies Cupcakes preparada en especial para la ocasión, según los colores que necesitábamos. El sabor estrella, el chocolate, un must que a todo el mundo gusta. Más los maccarons de limón y frambuesa con relleno de choco blanco.



Además les pedimos a Delicies Cupcakes que nos prepararan una tarta fondant con pequeños toques de decoración en colores pastel, que combinaban genial con el resto de decoración y seguían ese estilo elegante, dulce y poco recargado. Acentuamos la tarta con un lazo de color fucsia, uno de los colores preferidos de Celia.


Como detalles para los niños, unas graciosas galletas en forma de mariposa, que también prepararon en Delicies Cupcakes.



Y así quedó el Candy Bar de nuestra princesa Celia.


Llegado el momento Celia cortó la tarta, que por dentro también era de delicioso chocolate.



En la merienda no solo estaba la mesa dulce, sino que se prepararon varias mesas como buffet, para servirse las recetas de la abuela de Celia, que cocinó todos estos manjares con mucho mimo, y las especialidades del papá de Celia, quién se encargó no solo de preparar el catering del cocktail sino que además preparó cositas para la merienda. Esta comunión no podía ser más DIY y estar preparada con más amor.




Otros apartados de la fiesta, fueron el rincón de relax para los mayores, la zona de baile con farolillos, luces y un dj, y la zona de juegos para los más peques.




Para la zona de juegos, le pasamos diversos diseños a la mamá de Celia, para que personalizase los distintos elementos que la componían.



Los peques se lo pasaron genial...


Y es que además diseñamos una ficha para que dibujasen lo que más les había gustado de la comunión.


Celia y su mamá, colgaron un cordel entre dos árboles para que los invitados más pequeños colgaran allí sus obras de arte. Además Celia hizo manualidades con las pinzas, los días previos, y les puso lacitos que dieron un toque genial.




Por último queremos mostrar un regalo que preparamos para Celia, y es que uno de sus familiares, al enterarse de que estábamos diseñando el evento, nos encargó que preparásemos un libro de firmas para regalárselo a Celia, como ya anticipamos aquí.


El pack además incluía un saquito con un sello personalizado y cositas para que la niña pudiera personalizarse más aún su libro y así pegar fotos, y recuerdos de su gran día.

A continuación algunos detalles.




Para las tapas preparamos un bordado a mano, como en nuestros bastidores porta-anillos.




Y sellamos todas las hojas del libro, que estaba dividido por secciones, para poner las fotografías, los recuerdos y las firmas de los invitados.





Aprovechamos que la mamá de Celia nos había invitado a la merienda para ver lo bien que había quedado todo, e hicimos una visita rápida para sacar varias fotos y mostrároslas aquí lolawonderfuleros. Además pudimos conocer a Celia, que era tan encantadora, dulce y educada como nos había descrito su madre. Nos encantó poder participar en la fiesta de esta personita tan especial.

Aquí Lucía (50% de LW) junto a Celia.
Esperamos que os haya gustado!!


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